miércoles, 12 de octubre de 2016

Simulacro de desfile


Hace 6 días sentí un extraordinario estruendo sobre mi cabeza.
Estaba en los jardines del Centro Nacional de Investigación Carlos III,
 miré hacia arriba y pude ver pasar un caza de guerra.
Estaba fuera de contexto, en un simulacro de desfile. 
Pero en otros lugares del mundo quienes lo escuchan, sabiendo que persigue 
sus vidas, si sobreviven, no olvidarán jamás el terror del estruendo 
y destrucción que provocan.

Visto desde fuera, es un bonito desfile. Como un juego de niños. Pero no.
Es mucho más. Un desfile militar es siempre un simulacro de guerra, 
de demostración de fuerza para acrecentar el sentido patriótico. 

Nos recuerda, a todos los civiles, que estamos aquí gracias a ellos.
Que sólo hay que apretar un botón, para que desde esas fascinantes 
máquinas de guerra llueva nuestra desgracia. 

Eso es un desfile militar, aquí como en todo el mundo.