martes, 5 de enero de 2016

Muere Segovia de Arana. Padre del MIR


Ayer murió Segovia de Arana. Y todavía hoy recuerdo cuando fuimos Silvia Churruca, periodista de Diario Médico y yo, como fotógrafo a hacerle un A Corazón Abierto. Sí, así se llamaba la sección.
Nos recibió muy amable, casi parecía que nos abría la puerta el mayordomo de Segovia de Arana. Pero no. Era él en persona. Con una educación y adecuación absoluta a las circunstancias nos pasó dentro y comenzó la entrevista.
Pausado, consciente y meditativo a ratos fue desgranando todas las respuestas. Y yo no podía parar de mirar esa mesa llena, llenísima de papeles. Lo que hoy está dentro de un ordenador, en un móvil o en la Nube, entonces se veía sobre las mesas de los entrevistados. Y supe que era un hombre ordenado. Porque lo que había en aquella mesa era una infinitésima parte de las tareas, ideas y proyectos en curso de este hombre. Pero la gran mayoría estaba en su cabeza. No utilizó ni un sólo papel de aquellos para confirmar lo que decía. Yo estuve ojo avizor para ver si ocurría esa foto, pero no. No le hizo falta en ningún momento.
La última foto que le hice fue en un homenaje en 2007 de sus compañeros en la Jiménez Díaz. Nunca le vi tan feliz.
Tengo la sensación que se ha ido uno de los grandes hombres de la medicina española. Espero que la tierra le sea leve. Aquí ha dejado un legado más abultado que el de los papeles de su mesa, allá por el 98.
Descanse en paz