viernes, 2 de marzo de 2012

Sobremesa con vino





29 de Febrero. Sólo cada 4 años.

Un día raro.


Comí en casa de Luis.

Y me regaló su comida y su amistad.

Con larga sobremesa de vino y conversación.

Me fuí al atardecer y el ritmo de la ciudad

me distorsionaba un poco.

Tanto tráfico ruidoso ajeno al ocaso,

caballos policías pastando adoquines

y gatos de papel sentados en las escaleras.

Se me antojaba todo extraño.



Uff, que bueno era ese vino.